Estoy bien, pero me tiemblan las manos al escribir.
Una vez más el mismo recorrido de todos los días. La misma gente de todas las
mañanas. El mismo destino de todas las semanas. Las mismas paredes, los
mismos pasillos, las mismas escaleras...
Suelo hacerme la fuerte, intento consolar a los que lloran, y no me gusta ser
consolada, pero quiero que entiendas que no soy fuerte, y que no puedo aguantar más. Que el "dame un punto de apoyo y moveré el mundo", a mí ya no me
vale, y creo que me rindo.
No quisiera rendirme, pero estoy harta de sujetar a todo el
mundo para evitar que caigan, y después nadie me sujete a mí. Estoy
harta de caer y estamparme contra el suelo, contra la realidad. Estoy
harta de ser yo. Estoy harta de esta realidad y despertar. De intentarlo
todo siempre un poco más y fracasar de nuevo.
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